El
primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, calificó de
motivadora y estimulante su visita a El Salvador para la ceremonia hoy
de beatificación de Monseñor Óscar Arnulfo Romero.
En
entrevista con Prensa Latina, aseguró que la beatificación es parte de
un entramado de motivaciones, relaciones históricas, elementos propios
de lo que trata de hacer el gobierno salvadoreño y de gran connotación
para el país, América Latina y el mundo.
De este acto -dijo- se pueden hacer muchas lecturas porque primero está la figura de Monseñor Romero, un paradigma en la lucha por la paz y la defensa de los pobres, con ideas muy humanas que defendió desde una posición altruista y que por tanto dejó un legado. Ese legado coincide con el de nuestros próceres de la independencia, destacó el vicepresidente cubano.
"Yo creo que se hace justicia cuando se llega a este momento de la beatificación de Monseñor Romero", recalcó.
Consideró que si este acontecimiento se lleva al plano de las relaciones de Cuba y El Salvador, sobresale que son dos pueblos hermanos, que forjaron una hermandad y una amistad precisamente por compartir un misma lucha por la independencia.
Dos pueblos hermanos que hoy cooperan entre sí y defienden la paz en la región, la paz mundial y desarrollan procesos y programas de gobierno para que no haya pobreza y haya inclusión social e igualdad, resaltó.
La beatificación tiene mucha significación en los tiempos actuales, ante todo porque El Salvador y Cuba enfrentan los mismos desafíos históricos con la convicción que un mundo mejor puede ser posible, acotó.
"Además de participar en este acto portando un saludo entrañable, caluroso del Comandante en Jefe, Fidel Castro, de nuestro presidente, general de Ejército, Raúl Castro, y del pueblo cubano al pueblo y gobierno salvadoreños, también siento un honor de estar representando a nuestro país y a la revolución cubana", dijo Díaz-Canel.
Subrayó que todo este contexto tiene mucho que ver con los encuentros sostenidos ayer con el presidente, Salvador Sánchez Cerén, y el vicepresidente, Óscar Ortiz, quienes lo recibieron en la Casa Presidencial.
Calificó el diálogo con ambos de muy franco, honesto y muy transparente como corresponde a las relaciones de gobierno entre dos países.
Explicó que de un lado está la voluntad política del gobierno salvadoreño de seguir concretando mejoras para su pueblo y desarrollar programas económicos y sociales en beneficio de la población.
Del otro lado, formando parte de eso, están las posibilidades, y capacidades de Cuba para colaborar y aportar la experiencia alcanzada en estos años de Revolución, explicó.
Por eso, agregó vinimos a ratificar que pueden contar con el apoyo incondicional de Cuba en programas, convenios y acciones que se han trabajado de manera muy intensa con mucho intercambio a nivel político, que ahora toma también un camino hacia una relación comercial, económica más fuerte y mucho más abierta.
Destacó que la relación tendrá un momento culminante en la visita del presidente Sánchez Cerén en los próximos días a Cuba, donde, precisó, se le espera de manera afectuosa y con el cariño que siempre le ha profesado el gobierno y el pueblo cubanos.
Pero además, puntualizó que en su estancia en la Isla se podrá firmar también un grupo de acuerdos que van a potenciar esa colaboración.
Acerca del encuentro con el presidente y el vicepresidente del país, detalló que hablaron de esos temas y las acciones después de la firma de los acuerdos, la búsqueda de mecanismos para sistematizar y evaluar los impactos y hallar dentro del convenio marco de colaboración nichos de cooperación y escenarios en los cuales trabajar.
"Al final, nos estamos aportando ambas partes, nos estamos complementando que es como le corresponde a países hermanos", expresó.
Destacó que el presidente y el vicepresidente fueron muy sinceros en su conversación, le explicaron con mucha claridad en qué momento está el país, lo que vienen gestando y están haciendo y le manifestaron lo que esperan de Cuba.
Añadió que hablaron de temas bilaterales, multilaterales, del mundo y del actual proceso hacia el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
"Hemos conversado sobre los problemas del área y es muy estimulante, muy enaltecedor, saber que tenemos una coincidencia en criterios y en visiones sobre esos temas", subrayó.
Además de ser muy motivadora la visita por ver con el cariño con que a los cubanos se les toma en cuenta, también los es por vivir un momento histórico en la vida del país y aportar un granito a la cooperación entre Cuba y El Salvador, aseguró.
El vicepresidente llegó a El Salvador la tarde delviernes, acompañado por la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego, y el vicecanciller Rogelio Sierra.
De este acto -dijo- se pueden hacer muchas lecturas porque primero está la figura de Monseñor Romero, un paradigma en la lucha por la paz y la defensa de los pobres, con ideas muy humanas que defendió desde una posición altruista y que por tanto dejó un legado. Ese legado coincide con el de nuestros próceres de la independencia, destacó el vicepresidente cubano.
"Yo creo que se hace justicia cuando se llega a este momento de la beatificación de Monseñor Romero", recalcó.
Consideró que si este acontecimiento se lleva al plano de las relaciones de Cuba y El Salvador, sobresale que son dos pueblos hermanos, que forjaron una hermandad y una amistad precisamente por compartir un misma lucha por la independencia.
Dos pueblos hermanos que hoy cooperan entre sí y defienden la paz en la región, la paz mundial y desarrollan procesos y programas de gobierno para que no haya pobreza y haya inclusión social e igualdad, resaltó.
La beatificación tiene mucha significación en los tiempos actuales, ante todo porque El Salvador y Cuba enfrentan los mismos desafíos históricos con la convicción que un mundo mejor puede ser posible, acotó.
"Además de participar en este acto portando un saludo entrañable, caluroso del Comandante en Jefe, Fidel Castro, de nuestro presidente, general de Ejército, Raúl Castro, y del pueblo cubano al pueblo y gobierno salvadoreños, también siento un honor de estar representando a nuestro país y a la revolución cubana", dijo Díaz-Canel.
Subrayó que todo este contexto tiene mucho que ver con los encuentros sostenidos ayer con el presidente, Salvador Sánchez Cerén, y el vicepresidente, Óscar Ortiz, quienes lo recibieron en la Casa Presidencial.
Calificó el diálogo con ambos de muy franco, honesto y muy transparente como corresponde a las relaciones de gobierno entre dos países.
Explicó que de un lado está la voluntad política del gobierno salvadoreño de seguir concretando mejoras para su pueblo y desarrollar programas económicos y sociales en beneficio de la población.
Del otro lado, formando parte de eso, están las posibilidades, y capacidades de Cuba para colaborar y aportar la experiencia alcanzada en estos años de Revolución, explicó.
Por eso, agregó vinimos a ratificar que pueden contar con el apoyo incondicional de Cuba en programas, convenios y acciones que se han trabajado de manera muy intensa con mucho intercambio a nivel político, que ahora toma también un camino hacia una relación comercial, económica más fuerte y mucho más abierta.
Destacó que la relación tendrá un momento culminante en la visita del presidente Sánchez Cerén en los próximos días a Cuba, donde, precisó, se le espera de manera afectuosa y con el cariño que siempre le ha profesado el gobierno y el pueblo cubanos.
Pero además, puntualizó que en su estancia en la Isla se podrá firmar también un grupo de acuerdos que van a potenciar esa colaboración.
Acerca del encuentro con el presidente y el vicepresidente del país, detalló que hablaron de esos temas y las acciones después de la firma de los acuerdos, la búsqueda de mecanismos para sistematizar y evaluar los impactos y hallar dentro del convenio marco de colaboración nichos de cooperación y escenarios en los cuales trabajar.
"Al final, nos estamos aportando ambas partes, nos estamos complementando que es como le corresponde a países hermanos", expresó.
Destacó que el presidente y el vicepresidente fueron muy sinceros en su conversación, le explicaron con mucha claridad en qué momento está el país, lo que vienen gestando y están haciendo y le manifestaron lo que esperan de Cuba.
Añadió que hablaron de temas bilaterales, multilaterales, del mundo y del actual proceso hacia el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
"Hemos conversado sobre los problemas del área y es muy estimulante, muy enaltecedor, saber que tenemos una coincidencia en criterios y en visiones sobre esos temas", subrayó.
Además de ser muy motivadora la visita por ver con el cariño con que a los cubanos se les toma en cuenta, también los es por vivir un momento histórico en la vida del país y aportar un granito a la cooperación entre Cuba y El Salvador, aseguró.
El vicepresidente llegó a El Salvador la tarde delviernes, acompañado por la jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Caridad Diego, y el vicecanciller Rogelio Sierra.
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