El
expresidente de Hoinduras Manuel Zelaya (2006-2009)llegó a esta capital
para presenciar la beatificación hoy de Monseñor Romero en la plaza
Salvador del Mundo, lo cual calificó de inspiradora para las luchas
sociales.
En declaraciones a
Prensa Latina, aseguró que la celebración de este día es un acto de la
humanidad, un acto del mundo y de la civilización.
"Si hay algo que puede enderezar los rumbos de los problemas que sufren los pueblos es el sacrificio, el esfuerzo que hoy venimos a reconocer en Monseñor Romero", afirmó.
Consideró que todos, hasta el último ciudadano del planeta, se siente identificado este día con El Salvador.
El reconocimiento de esta figura mundial se vuelve un ícono para todos los que luchan por la justicia, afirmó Zelaya, fundador del partido político Libertad y Refundación.
Miles de personas asisten al acto de beatificación de Monseñor Romero, quien fue asesinado en medio de su ejercicio pastoral por un francotirador de los llamados escuadrones de la muerte y bajo las órdenes del mayor Roberto DAubuisson, el 24 de marzo de 1980.
La Plaza Salvador del Mundo luce pequeña ante tantas personas que quieren ver un proceso que consideran el oficial porque la gran mayoría, desde hace muchos años, reconoce al obispo mártir como San Romero de América.
Monseñor Romero denunció incansablemente las violaciones de los derechos de los más pobres en medio de una época de terror y represión ejercida por los grupos de exterminio, los militares y el Estado.
Se convirtió así en la voz de los que no podría exigir paz ni respeto a sus derechos esenciales.
"Si hay algo que puede enderezar los rumbos de los problemas que sufren los pueblos es el sacrificio, el esfuerzo que hoy venimos a reconocer en Monseñor Romero", afirmó.
Consideró que todos, hasta el último ciudadano del planeta, se siente identificado este día con El Salvador.
El reconocimiento de esta figura mundial se vuelve un ícono para todos los que luchan por la justicia, afirmó Zelaya, fundador del partido político Libertad y Refundación.
Miles de personas asisten al acto de beatificación de Monseñor Romero, quien fue asesinado en medio de su ejercicio pastoral por un francotirador de los llamados escuadrones de la muerte y bajo las órdenes del mayor Roberto DAubuisson, el 24 de marzo de 1980.
La Plaza Salvador del Mundo luce pequeña ante tantas personas que quieren ver un proceso que consideran el oficial porque la gran mayoría, desde hace muchos años, reconoce al obispo mártir como San Romero de América.
Monseñor Romero denunció incansablemente las violaciones de los derechos de los más pobres en medio de una época de terror y represión ejercida por los grupos de exterminio, los militares y el Estado.
Se convirtió así en la voz de los que no podría exigir paz ni respeto a sus derechos esenciales.
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