La beatificación de monseñor Romero es un acto de justicia del Vaticano para el pueblo salvadoreño y para el propio obispo mártir, afirmó la embajadora de Nicaragua aquí, Gilda Bolt.
"Me parece, además, que es un momento importantísimo en la etapa histórica de El Salvador", remarcó la diplomática al referirse a los nuevos tiempos de cambios que vive el país con un partido en el gobierno nacido de las luchas del pueblo. Aseguró que la beatificación este sábado de monseñor Romero es un símbolo que hay que mantener por ser una insignia de lucha, de reivindicaciones y de derechos humanos. Esta celebración también representa la esperanza para la unidad y reconciliación de las familias salvadoreñas, añadió Bolt. Reiteró que es un acto de justicia también para quienes como monseñor Romero cayeron en sus luchas por los derechos de las personas y contra los actos represivos. "Es un momento muy importante para el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, para el pueblo salvadoreño y para los católicos y los cristianos", enfatizó. Recalcó que monseñor Romero desde sus luchas, significó paz, esperanza y reconciliación. Su proceso de canonización ha durado décadas, pero el papa Francisco logró que este punto tan sensible en El Salvador, sea reconocido y se convierta en una bandera de amor, paz y lucha para los salvadoreños. Este sábado 23 de mayo, monseñor Romero será beatificado 35 años después de su asesinato por los escuadrones de la muerte. Se espera para esta celebración a más de medio millón de personas, entre ellos jefes de Estado y de Gobierno, cardenales, religiosos y laicos, intelectuales y otras personalidades, tanto del país como de diversas partes del mundo. En especial, estará parte del pueblo salvadoreño que se vio protegido por el obispo mártir en los más cruentos años de la represión. El cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede, quien presidirá la ceremonia de beatificación de Monseñor Romero, llegó anoche a El Salvador. También llegaron al país el cardenal Jaime Ortega, de Cuba, y Miguel d'Escoto, sacerdote católico, expresidente de la Asamblea General de la ONU y asesor del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, para política exterior. |
viernes, 22 de mayo de 2015
Beatificación de monseñor Romero es un acto de justicia
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