El
presidente estadounidense, Barack Obama, consideró que el legado de
monseñor Oscar Arnulfo Romero, cuya beatificación se efectuó hoy, debe
inspirar al mundo en la lucha por los ideales de justicia y paz.
Romero
fue un sacerdote inteligente y un hombre valiente que perseveró a pesar
de tener que enfrentarse a la oposición proveniente de los dos extremos
del espectro político, resaltó el mandatario, de acuerdo con un
comunicado divulgado este sábado por la Casa Blanca.
Hoy me uno a la gente de El Salvador y de todo el mundo para recibir con regocijo la beatificación del arzobispo Oscar Romero, añadió.
Esperemos que la visión del arzobispo Romero sea capaz de inspirarnos a todos a respetar la dignidad de todos los seres humanos y a trabajar por la justicia y por la paz en nuestro hemisferio y el resto del mundo, exhortó el jefe de la Casa Blanca, quien además agradeció al papa Francisco la decisión de beatificar al arzobispo salvadoreño.
Obama se convirtió en el primer presidente norteamericano que rindió homenaje a uno de los principales mártires de la guerra que asoló a El Salvador durante la década de los 80, cuando visitó su tumba en San Salvador en marzo de 2011.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez fue asesinado por un escuadrón de la muerte de ultraderecha el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba una misa.
El religioso era conocido como La voz de los sin voz, pues sus homilías dominicales se convirtieron en espacios de denuncias sobre la grave violación de los derechos humanos durante el conflicto armado que padeció la nación centroamericana.
Hoy me uno a la gente de El Salvador y de todo el mundo para recibir con regocijo la beatificación del arzobispo Oscar Romero, añadió.
Esperemos que la visión del arzobispo Romero sea capaz de inspirarnos a todos a respetar la dignidad de todos los seres humanos y a trabajar por la justicia y por la paz en nuestro hemisferio y el resto del mundo, exhortó el jefe de la Casa Blanca, quien además agradeció al papa Francisco la decisión de beatificar al arzobispo salvadoreño.
Obama se convirtió en el primer presidente norteamericano que rindió homenaje a uno de los principales mártires de la guerra que asoló a El Salvador durante la década de los 80, cuando visitó su tumba en San Salvador en marzo de 2011.
Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Galdámez fue asesinado por un escuadrón de la muerte de ultraderecha el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba una misa.
El religioso era conocido como La voz de los sin voz, pues sus homilías dominicales se convirtieron en espacios de denuncias sobre la grave violación de los derechos humanos durante el conflicto armado que padeció la nación centroamericana.
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