El arzobispo auxiliar de San Salvador, monseñor Gregorio Rosas Chávez, expresó su satisfacción por la beatificación de monseñor Oscar Arnulfo Romero, el próximo 23 de mayo.
Explicó que se habilitará un espacio para las personas por los cuales trabajó y murió monseñor Romero, entre ellas, las víctimas de la violencia.
Llegarán a la celebración religiosa más de mil sacerdotes y más de 200 obispos, además se habla de medio millón de personas que vendrán de todas partes del mundo, detalló.
En entrevista con la televisión local Rosas Chávez enfatizó que a la iglesia en El Salvador le interesa que monseñor Romero "nos una a todos".
Enalteció la figura del mártir salvadoreño, de quien dijo "es un hombre de Dios" que siempre predicó por la paz, por la unidad, a favor de los pobres.
Es una esperanza para el país que los jóvenes tengan una figura en su patria a quien imitar, subrayó Rosas Chávez, al referirse a las nuevas generaciones que hacen fila para ver la casa museo de monseñor Romero, en el hospital La Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador, donde fue asesinado.
El 24 de marzo de 1980, mientras oficiaba una misa en la capilla de ese centro, un disparo impactó en el corazón del sacerdote.
En 1993 la Comisión de la Verdad, organismo creado por los Acuerdos de Paz de Chapultepec, México, para investigar los crímenes más graves cometidos durante el conflicto armado, concluyó que el asesinato de monseñor Ã"scar Romero lo ejecutó un francotirador.
Treinta y un años después del repudiado hecho, se conoció que el asesino de Romero fue Marino Samayor Acosta, un subsargento de la sección II de la extinta Guardia Nacional, quien manifestó que la orden para cometer el crimen la recibió del mayor Roberto d'Aubuisson.
Dâ�ÖAubuisson fue el creador de los escuadrones de la muerte, fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista y, además, un prominente miembro de la Liga Anticomunista Mundial.
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