El expresidente Mauricio Funes se presentó a la Fiscalía General de la República (FGR) como testigo en el caso judicial contra el exmandatario Francisco Flores, acusado de corrupción.
Aunque no hubo acceso a la prensa y Flores no dio declaraciones tras la reunión, que duró unas tres horas, Funes aseguró en su cuenta en Twitter que contribuiría a que el juicio avanzara.
Luego de la cita escribió "acudí al citatorio y declaré lo que sabía en sede fiscal. Por prevención de la Fiscalía no respondí preguntas sobre informe de inteligencia".
El escándalo del expresidente Flores, acusado de enriquecimiento ilícito, peculado y desobediencia a particulares, salió a la luz cuando a fines de 2013, Funes hizo público un reporte del Departamento de Tesorería de la Red de Lucha contra Crímenes Financieros del Departamento del Tesoro, de Estados Unidos.
Dicho reporte refleja que Taiwán emitió tres cheques desde su banco de Nueva York al banco Cuscatlán de Costa Rica, luego a Miami y después a uno de Bahamas, los cuales fueron emitidos a nombre del expresidente Flores.
A partir de estas revelaciones, la Asamblea Legislativa creó una comisión especial para investigar el destino de 10 millones de dólares donados por Taiwán durante el mandato de Flores (1999-2004) para atender las emergencias de los terremotos de 2001.
El dinero no aparece registrado y los supuestos destinatarios nunca lo recibieron, según concluyó la pesquisa de la comisión parlamentaria.
En esa investigación salieron a relucir otras sumas que en esa etapa de gobierno tuvieron un rumbo desconocido y que suman unos 80 millones de dólares.
La Fiscalía acusó a Flores, quien ahora cumple un arresto domiciliario mientras se investiga el caso, pero dentro de los delitos que se le imputan no está el de lavado de dinero.
El reporte de operaciones sospechosas es la base de las denuncias, sin embrago, el fiscal general, Luis Martínez, prohíbe hablar sobre ese informe y la institución que lo emitió.
Según los querellantes del caso, Funes no dijo nada sobre el reporte a causa de la prohibición emitida por el fiscal general.
En tanto, este martes, el juez García anunció que los delitos imputados al expresidente Flores por la Fiscalía General podrían ser modificados al de lavado de dinero y activos.
García argumenta que los delitos que se la atribuyen por recibir donaciones de carácter personal de parte de Taiwán para obras sociales y que no ingresaron a las arcas públicas, sino depositados en cuentas bancarias y manejada por terceras personas, apuntan a lavado.
El caso Flores, mientras estuvo en manos del juez Levis Italmir Orellana parecía estancado y con amplias probabilidades de quedar en la impunidad, como advirtieron diversas organizaciones y personalidades.
Sin embargo, desde que García lo asumió ha dado un giro que al menos le da certidumbre de avance de la justicia a la sociedad salvadoreña y a la opinión internacional que siguen este caso.
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