Monseñor Romero será beatificado el 23 de mayo próximo

El enviado especial del Vaticano Monseñor Vincenzo Paglia confirmó hoy que Monseñor Oscar Arnulfo Romero será beatificado el próximo 23 de mayo en San Salvador.

"Me siento particularmente orgulloso y conmovido también de poder comunicar lo que hace unos instantes hice saber al señor presidente de la República, a quien agradezco su cortés acogida, que el 23 de mayo de este año el arzobispo Ã"scar Arnulfo Romero será proclamado beato como un mártir de la iglesia universal", expuso.

En conferencia con la prensa nacional y extranjera en Casa Presidencial, junto al jefe de Estado, Salvador Sánchez Cerén, Paglia detalló que la celebración tendrá lugar en El Salvador y será presidida por el cardenal Angelo Amato.

"Tenemos que agradecer al papa Francisco que el pasado 3 de febrero firmó el decreto de beatificación", expresó.

Por su parte, el presidente Sánchez Ceré, aseguró que se crearán todas las condiciones a las personas que quieran llegar al país el día 23 de mayo para asistir a la celebración.

Dijo que los representantes de los países miembros de la Comunidad de Estados y Caribeños así como los del Sistema de Integración Centroamericana, están interesados en asistir a este acto.

"Romero es un hijo que engrandece a este país, es un hijo de todo el mundo ahora. Su obra y su doctrina han llegado a los rincones más alejados del mundo", pronunció el gobernante.

Sánchez Cerén aseguró que Monseñor Romero convirtió su vida en una esperanza para la humanidad. Agradeció al postulador, así como al arzobispo de San Salvador monseñor José Luis Escobar Alas, por todo el acompañamiento a la labor de Paglia para que se hiciera realidad esta beatificación y además, por impulsar también la causa del padre Rutilio Grande.

Monseñor Romero, un defensor de las víctimas de la violencia en el país, fue asesinado el 24 marzo de 1980 por un francotirador del ejército cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia.

La Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano reconoció que Romero fue asesinado "por odio a la fe".

"Lo que impulsó a sus agresores no fue la simple intención de eliminar a un enemigo político, sino el odio contra el amor por la justicia y contra la predilección por los pobres que Romero manifestaba como eco directo de su fe en Cristo y de su fidelidad al magisterio de la Iglesia".