Las salvadoreñas, con muchos problemas por vencer y metas por alcanzar, conmemoran hoy el Día Internacional de la Mujer.
Resaltó el programa social Ciudad Mujer, que nació de las nuevas políticas públicas del Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y por iniciativa de la secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato.
El programa, que ya tiene seis sedes en el país, atiende situaciones relacionadas con la violencia de género, autonomía económica, salud social y reproductiva y atención infantil, así como educación colectiva y está interrelacionado con 15 instituciones del Estado con el fin de seguirlos casos hasta su solución definitiva e integral.
Otro avance en el país es la reducción de la violencia contra las mujeres que, según datos oficiales, de 2011 al año 2014 disminuyó el número de feminicidios, de 624 mujeres asesinadas, a 216.
No obstante, organizaciones femeninas como Las Dignas, aseguran que, según sus propias estadísticas, esos datos prácticamente se duplican. La Banca de la Mujer, la entrega de tierra a miles de campesinas a través del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria, el incremento de la matrícula de niñas en las escuelas, son algunos logros alcanzados en los dos gobiernos del FMLN.
Asimismo, la aprobación de la Ley de Partidos, que obliga a esas fuerzas a nominar al menos un 30 por ciento de mujeres a los cargos municipales y legislativos, es un paso hacia la equidad.
Sin embargo, en El Salvador, donde la mujer representa el 53 por ciento de la población, se requiere incrementar los esfuerzos para lograr que pueda participar plenamente en la vida política y económica del país, educarse y vivir sin ser víctimas de la violencia y la discriminación.
Así encabeza la ONU un mensaje a la nación centroamericana a propósito de esta celebración a nivel internacional, en el que reconoce los pasos de avances, pero considera aún insuficientes.
Datos oficiales indican que en cuanto a la inclusión en la economía hasta el año 2013 la tasa de participación económica de las mujeres era del 49,3 por ciento, mientras que en los hombres, de 80,7.
El 65,6 por ciento de ellas están a cargo de quehaceres domésticos. Además, para ese año el 44,7 por ciento de las mujeres estaba subempleada y la probabilidad de que una mujer joven no estudiara ni trabajara era tres veces mayor en relación con los hombres jóvenes.
Las brechas educativas tienden a reducirse, pero en lo relativo a los niveles de ingresos el promedio nacional de los salarios femeninos era 14 por ciento inferior al de los hombres y en el ámbito rural este llega a ser del 22 por ciento.
La ONU recomienda trabajar con más fuerza para erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres y la impunidad en los casos de feminicidio, abuso sexual, estupro y cualquier otro tipo de agresión.
Insta a poner mayor énfasis en el impulso de los programas de educación sexual y reproductiva para prevenir los embarazos en niñas y adolescentes que frenan el desarrollo de su potencial y sus posibilidades para salir de la pobreza, y que perpetúan su vulnerabilidad.
Otra de las luchas de la mujer salvadoreña es contra la prohibición total del aborto pues en este país las mujeres declaradas culpables de interrumpir sus embarazos pueden ser condenadas a entre dos y ocho años de cárcel, aunque en algunos casos, cuando son acusadas de homicidio agravado, la pena puede llegar hasta los 50 años.
El jefe de Estado, quien instó la víspera e derrotar la cultura machista del país, subrayó que ese fenómeno tiene múltiples manifestaciones, como la violencia, los estereotipos y el estigma en el desempeño de roles sociales.
"Tenemos que transformar nuestro pensamiento y nuestra cultura machista, tenemos que cambiar y respetar los derechos de las mujeres, tenemos que hacer ese cambio en la humanidad", instó el gobernante.
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