En ese sentido cuestionó por qué no fue traslado como otros reos que permanecen en las bartolinas (calabozos) de la Policía Nacional Civil al Hospital Rosales, en esta capital, donde hay una sala para ellos.
Salgado consideró que desde que se conoció el caso gracias al entonces presidente Mauricio Funes (2009-2014) se ha manejado con matices irregulares.
Al mismo tiempo, aseguró que ayer cuando Flores, presidente honorario de Alianza Republicana Nacionalista (Arena), fue llevado al Hospital de la Mujer, el partido tendió varias cortinas de humo para desviar la atención sobre el caso.
El traslado de Flores al exclusivo centro médico ocurrió cuando en la Asamblea Legislativa la comisión que investiga el destino de millonarios fondos donados por Taiwán durante su administración presentaba su segundo informe, el cual documenta que hubo lavado de dinero en el manejo de los donativos.
Recordó que esa variante de llevarlo a un hospital ya se había avizorado desde su repentina aparición el 5 de septiembre pasado luego de estar unos cuatro meses prófugo de la justicia, y cuando el mismo juez Orellana le ordenó arresto domiciliar.
Recalcó que hubo contradicciones acerca de lo que explicó el director de Medicina Legal, Miguel Fortín, sobre su enfermedad porque primero dijo que bastaba un par de horas para aplicarle el medicamento y luego que su vida podría estar en riesgo.
Por su parte, el analista Juan José Martel consideró en ese sentido que hay poderes e intereses detrás del caso de Flores, quien está acusado por peculado, desobediencia a particulares y enriquecimiento ilícito al apropiarse de 15,3 millones de dólares provenientes de donaciones de Taiwán.
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