El expresidente salvadoreño Francisco Flores, a pesar de los graves delitos de corrupción que se le imputan sigue recibiendo hoy tratos especiales.
Según el jurista, las posibilidades económicas del exgobernante (1999-2004) le permiten ser llevado a ese centro médico en la colonia Escalón, de las más exclusivas de este país.
Cualquier detenido en las bartolinas de la Policía Nacional Civil (PNC), cuando tiene algún problema de salud es atendido si llega a ser necesario, en el hospital público Rosales.
El exmandatario fue trasladado hoy al exclusivo centro donde permanecerá 72 horas, y luego de ese tiempo, Medicina Legal le hará otro examen, para determinar si continúa ahí o regresa a las bartolinas de la División Antinarcóticos de la PNC.
Desde que Flores se entregó el pasado 5 de septiembre a las autoridades, luego de estar prófugo de la justicia salvadoreña y con una difusión roja de la Interpol, esta era una de las probabilidades que los críticos del manejo del caso avizoraban para suavizarle su estancia en prisión.
Flores es acusado por desobediencia a particulares, peculado y enriquecimiento ilícito, y según la fiscalía se habría apropiado de 15 millones de dólares.
Sin embargo, una comisión especial de la Asamblea Legislativa que investiga el paradero de 10 millones de dólares procedentes de donativos de Taiwán, considera que entre otros delitos, Flores probablemente incurrió en lavado de dinero, y el monto malversado podría ascender a más de 80 millones.
En recientes declaraciones a Prensa Latina, el diputado Antonio Echeverría, acerca de la entrega de Flores el pasado 5 de septiembre a los tribunales, dijo que no cabe la menor duda de que no fue voluntaria, sino que hay una evidente complicidad con el juez que lleva el caso que no ha cumplido el debido proceso.
"Después de estar prófugo unos cuatro meses, el juez le ordena prisión domiciliaria y que la PNC lo vaya a cuidar a su casa, por lo que está faltando a la ética y al cumplimiento de la ley", señaló Echeverría quien es vicepresidente de la comisión parlamentaria.
El diputado considera que el sistema judicial salvadoreño debe ser depurado porque aunque hay buenos juristas, en muchos casos como el de Flores se advierte una evidente corrupción.
De nada sirve que la policía esté dando fuertes golpes continuamente a la delincuencia en el país en sus más diversas manifestaciones, si luego los malhechores salen libres porque los jueces no actúan como el pueblo demanda.
"Lamentablemente, como decía Monseñor Oscar Arnulfo Romero, acá se le aplica la justicia a quienes no tienen la capacidad de pagarla o comprarla", aseveró.
Alertó que este grave caso -donde por primera vez un expresidente salvadoreño es acusado e investigado por corrupción, la presión popular de las diversas organizaciones sociales sobre la Fiscalía, que más bien parece su defensa- podrá tener un debido proceso judicial y la sentencia que corresponde.
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