jueves, 2 de julio de 2015

La amnesia de los Estados Unidos

Según el informe anual de 2014 del Secretario de Estado de los Estados Unidos John Kerry, el principal problema de El Salvador, es “la impunidad, el principal lastre contra los Derechos Humanos”. Destaca el informe una “corrupción extendida” como la causa principal de la violencia letal, particularizando los problemas de la corrupción en la Policía Nacional Civil donde y se hacen acusaciones sobre asesinatos extrajudiciales atribuidos a esta fuerza pública, así como participación en el tráfico de personas  (incluido los migrantes menores no acompañados).

Entre otras valoraciones destaca este informe, la “limitada efectividad”  de la PNC para hacer frente a la criminalidad y ayudar a resolver problemas de seguridad en el país” entrenamiento inadecuado, falta de cumplimiento de la ley de la carrera policial, promociones arbitrarias, fondos insuficientes, fallas a la hora de manejar  evidencias de crímenes y la penetración de la corrupción y el crimen”. 

En este mismo informe se prenden los “focos rojos” ante la elevación de los niveles de abuso sexual contra las mujeres, a un promedio de 1500 casos de violencia femenil en el año 2014, en los que se incluyen abusos físicos y sexuales, feminicidios, violaciones y abusos sicológicos”.

Volviendo al reporte sobre la impunidad: “Entre otras violaciones a los derechos humanos en El Salvador, Washington señala también tratamientos crueles perpetrados por las fuerzas de seguridad, condiciones letales en las prisiones, detenciones administrativas excesivamente largas, algunas restricciones a la libertad de prensa, tráfico de personas , incluido el de niños sin compañía; y discriminación contra las personas discapacitadas, con VIH/sida, y contra lesbianas y gay, bisexuales y transgénero”.

Si partimos de esta lógica, Estados Unidos el mayor demandante de estupefacientes a nivel mundial; y El Salvador, es apenas es diminuta pieza dentro del engranaje de la gran maquinaria de producción, distribución y comercialización de estas sustancias, sin hablar, de las enormes ganancias generadas mediante el “blanqueo” de dólares, del que se beneficia principalmente este país, y algunos otros países de Europa (Japón, Italia, Francia y Suiza, etcétera), mientras que El Salvador es apenas, uno de la treintena de países productores y distribuidores, a  los que sólo regresa un 10% de esas jugosas ganancias.
Y hablando sobre derechos humanos e impunidad, ni que hablar con los numerosos crímenes de esa humanidad que se cometieron durante las recurrentes guerras regionales promovidas por los Estados Unidos, en sus “guerras de exterminio” contra los  
“comunistas”. Guerras aderezadas con invasiones mercenarias, sabotajes, golpes de Estado y masacres contra la población civil.

Sin duda, los funcionarios de los Estados Unidos padecen de amnesia o simplemente no tienen memoria histórica, al haberse olvidado hasta de las más recientes guerras promovidas bajo el pretexto de “combatir el terro-rismo”, tras de los supuestos ataque de las Torres Gemelas (11 de septiembre de 2011) por “Osama Bin Laden y Al Qaeda”. Acciones que no son nada comparables a los efectos de la violencia letal de lo que actualmente sucede en El Salvador, si tomamos en cuenta, los actos de barbarie cometidos por las tropas norteamericanas y sus aliados, o los bombardeos masivos que costaron la vida a miles de hombres, mujeres, niños y ancianos de  Afganistán e Irak; o ya no digamos, la arbitrariedad a que fueron objeto, cientos de ciudadanos de origen árabe, en el tristemente célebre “Campo No 5” de Guantanamo, donde se les mantenían bajo arresto, por la simple sospecha de participación en acciones “terroristas”. Centro de reclusión, donde se mantenía a los presos recluidos en jaulas a manera de animales en un zoológico, encadenados de pies y manos y sometidos a toda clase de tortura física, psicológica y moral. Prisión que hasta la fecha las autoridades norteamericanas se han negado clausurar, no obstante numerosas denuncias públicas y los latrocinios cometidos y exhibidos mediante diversos medios periodísticos. ¿Con que autoridad moral habla de derechos humanos e impunidad en El Salvador, el gobierno de los Estados Unidos?

 

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