EL COMBATE A LA CORRUPCIÓN NO ES BANDERA DE ARENA
La popular serie “Aunque usted no lo crea, de Ripley, es
una franquicia estadounidense en forma de caricatura que presenta hechos
sorprendentes y poco habituales provenientes del mundo entero”. En El
Salvador, se presentan muchos eventos que podrían ser incluidos en dicha
serie, por ejemplo el insólito interés de ARENA de combatir la
corrupción, no obstante que los casos sonados de corrupción han sido
protagonizados por ilustres miembros de dicho partido, incluido el de
uno de sus presidentes honorarios, el ex mandatario Francisco Flores
Pérez, quien es procesado por diversos delitos de corrupción.
Es insólito y con más precisión que es una clara manifestación de
cinismo, que reconocidos dirigentes de ARENA pretendan apoderarse de la
bandera del combate de la corrupción, sin poner en el tapete de la
discusión que son muchos de sus militantes los que han cometido graves
actos de corrupción, entre los que se pueden mencionar el caso FINSEPRO
INSEPRO, cuyo responsable Roberto Mathies Hill, en el momento de su
captura era el líder del sector profesional de ARENA. De igual forma se
puede mencionar una larga lista de apellidos de abolengo, todos
militantes y patrocinadores de ARENA, que se han enriquecido a costa de
corromper el erario público o desde su posición de poder económico
privado gozar de prebendas, privilegios, tráfico de influencias,
licitaciones amañadas, concesiones, exoneraciones, evasión y elusión de
impuestos.
Con rostros compungidos y de extrema preocupación solicitan
documentación de la Presa El Chaparral, con la clara y perversa
intención de darle continuidad a su campaña de desacreditación montada
contra el ex presidente Mauricio Funes, a quien desean incriminar en
venganza por su valiente posición para que se descubriera la corrupción
Francisco Flores Pérez, quien representa un icono de la corrupción
institucionalizada practicada por ARENA con el beneplácito de sus
oligarcas, en tanto una millonaria cooperación destinada a damnificados
del terremoto del 2001, fue malversada con la complicidad de estructuras
de dicho partido, para beneficiar sus intereses político electorales.
Aunque usted no lo crea, en El Salvador, ARENA, el partido político que
históricamente se ha beneficiado de la corrupción, que convive con ella,
pretende abanderar el combate de la corrupción, lo cual es una misión
imposible pues es algo que va contra su propia naturaleza.
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