¿POR QUE ARENA Y PCN NO DAN SUS VOTOS PARA APROBAR LA LEY DEL AGUA?
Lo
que en el pasado era impensable ahora se ha convertido en realidad, el
agua potable ANDA ha empezado a racionarla, no todos los días llega por
los grifos, en algunas zonas de la capital hay agua por horas durante
el día y la suspenden por la noche, en otras se ha podido corroborar la
insatisfacción y protesta de muchas personas desde sus comunidades y
colonias al norte de San Salvador y en otras zonas de la capital.
A modo de contextualizar la problemática hídrica, el agua como bien público y colectivo corre el peligro de caer en manos privadas, quienes están haciendo negocio del líquido vital son empresas que la venden embotellada, otras se han dedicado a andar secando pozos y mantos acuíferos por la extracción de otros recursos (piedra, arena) dañando el bien hídrico con sus actividades industriales sin asumir responsabilidad social por los efectos negativos que ya han generado, y lo más lamentable es que están causando daños irreversibles al ambiente natural y a toda forma de vida. El caso Nejapa es uno de tantos, la empresa Coca Cola utiliza un acuífero estratégico que podría dejar sin agua entre 27 a 30 años a 30,000 personas, y que recientemente se ha ventilado en el Tribunal Latinoamericano del Agua 2015, siempre en este mismo año el río Jiboa en el departamento de La Paz ha sido lugar de enfrentamiento entre comunidades locales, organizaciones sociales y ambientales frente a empresas que extraen bienes pétreos para la industria de la construcción.
Es de hacer una alto en el camino para hacer conciencia, trabajo comunitario de organización social y ambiental, lucha jurídica, política y educativa porque negociar con el agua es de vida o muerte, y con la vida no se juega, mucho menos tiene precio alguno, como se lo adjudica las empresas neoliberales.
De acuerdo a Xenia Marroquín integrante del Foro del Agua “se está queriendo beneficiar intereses de sectores minoritarios… se está continuando en considerar este bien común como una mercancía”. Los intereses empresariales que se están enriqueciendo son los sectores que están obstaculizando para que no se apruebe la Ley del Agua. En esta misma tónica, otros integrantes del Foro del Agua han invitado al Presidente Salvador Sánchez Cerén a que tome la dirección de esta problemática y que no quede al arbitrio de altos funcionarios, para que ayude a eliminar rumores que desde personeros de la ANEP han corrido de alcanzar acuerdos bilaterales con el gobierno -expresó Carlos Flores-.
Ante la problemática hídrica con urgencia se necesita que los diputados de la Asamblea Legislativa aprueben la Ley del Agua para que la población salvadoreña no pierda el derecho humano al agua y la sustentabilidad del bien hídrico. A modo de precisar, la derecha representada por los partidos políticos de Arena y PCN no dan indicios de beneficiar a la población aprobando la Ley del Agua, estos partidos revelan irresponsabilidad y compromiso con los sectores de la empresa privada porque no demuestran argumento alguno que sea convincente el por qué no dan sus votos para aprobar dicha ley que beneficiaría a la población salvadoreña.
Todo apunta a que ambos partidos de derecha están defendiendo intereses económicos y haciendo apología a sectores empresariales intentando mercantilizar el agua y queriendo llevarla a nivel de negocio, cuando el líquido vital es innegociable porque es de todos los salvadoreños. En este sentido, el bien común es lo que menos pasa por la conciencia de estos actores políticos. Y que tanto la ANEP como FUSADES son los que están orientando las decisiones políticas de Arena en la problemática del agua, muestra de esto es la propuesta enrumbada hacia la privatización que este partido político ha presentado.
A nivel social, parece que las personas solo expresan su malestar porque el agua no sale por los grifos, y algunas de ellas cuando llevan días, semanas y meses sin que llegue el líquido a sus casas salen a las calles y cierran arterias estratégicas para protestar y expresar la insatisfacción, pero, estas medidas son situadas y aisladas por el momento, y no contribuyen a enfrentar el problema de forma radical, más seria es la indiferencia de aquellos sectores que para nada se expresan ante esta problemática y es porque creen que nunca se verán perjudicados, cuando la población debería de hacer sentir presión social a los partidos de derecha, demandar responsabilidad social a las empresas que contaminan el agua, secan pozos y destruyen mantos acuíferos porque el bien hídrico es de cuidarlo, preservarlo, ya que poco a poco será en menor cantidad que se tendrá acceso a él, y es peligroso si llega a convertirse en mercancía.
Asimismo no se trata solo tener acceso al agua, sino, que sea de calidad contribuyendo a la salud, y por tanto a la calidad de vida de los salvadoreños.
A modo de contextualizar la problemática hídrica, el agua como bien público y colectivo corre el peligro de caer en manos privadas, quienes están haciendo negocio del líquido vital son empresas que la venden embotellada, otras se han dedicado a andar secando pozos y mantos acuíferos por la extracción de otros recursos (piedra, arena) dañando el bien hídrico con sus actividades industriales sin asumir responsabilidad social por los efectos negativos que ya han generado, y lo más lamentable es que están causando daños irreversibles al ambiente natural y a toda forma de vida. El caso Nejapa es uno de tantos, la empresa Coca Cola utiliza un acuífero estratégico que podría dejar sin agua entre 27 a 30 años a 30,000 personas, y que recientemente se ha ventilado en el Tribunal Latinoamericano del Agua 2015, siempre en este mismo año el río Jiboa en el departamento de La Paz ha sido lugar de enfrentamiento entre comunidades locales, organizaciones sociales y ambientales frente a empresas que extraen bienes pétreos para la industria de la construcción.
Es de hacer una alto en el camino para hacer conciencia, trabajo comunitario de organización social y ambiental, lucha jurídica, política y educativa porque negociar con el agua es de vida o muerte, y con la vida no se juega, mucho menos tiene precio alguno, como se lo adjudica las empresas neoliberales.
De acuerdo a Xenia Marroquín integrante del Foro del Agua “se está queriendo beneficiar intereses de sectores minoritarios… se está continuando en considerar este bien común como una mercancía”. Los intereses empresariales que se están enriqueciendo son los sectores que están obstaculizando para que no se apruebe la Ley del Agua. En esta misma tónica, otros integrantes del Foro del Agua han invitado al Presidente Salvador Sánchez Cerén a que tome la dirección de esta problemática y que no quede al arbitrio de altos funcionarios, para que ayude a eliminar rumores que desde personeros de la ANEP han corrido de alcanzar acuerdos bilaterales con el gobierno -expresó Carlos Flores-.
Ante la problemática hídrica con urgencia se necesita que los diputados de la Asamblea Legislativa aprueben la Ley del Agua para que la población salvadoreña no pierda el derecho humano al agua y la sustentabilidad del bien hídrico. A modo de precisar, la derecha representada por los partidos políticos de Arena y PCN no dan indicios de beneficiar a la población aprobando la Ley del Agua, estos partidos revelan irresponsabilidad y compromiso con los sectores de la empresa privada porque no demuestran argumento alguno que sea convincente el por qué no dan sus votos para aprobar dicha ley que beneficiaría a la población salvadoreña.
Todo apunta a que ambos partidos de derecha están defendiendo intereses económicos y haciendo apología a sectores empresariales intentando mercantilizar el agua y queriendo llevarla a nivel de negocio, cuando el líquido vital es innegociable porque es de todos los salvadoreños. En este sentido, el bien común es lo que menos pasa por la conciencia de estos actores políticos. Y que tanto la ANEP como FUSADES son los que están orientando las decisiones políticas de Arena en la problemática del agua, muestra de esto es la propuesta enrumbada hacia la privatización que este partido político ha presentado.
A nivel social, parece que las personas solo expresan su malestar porque el agua no sale por los grifos, y algunas de ellas cuando llevan días, semanas y meses sin que llegue el líquido a sus casas salen a las calles y cierran arterias estratégicas para protestar y expresar la insatisfacción, pero, estas medidas son situadas y aisladas por el momento, y no contribuyen a enfrentar el problema de forma radical, más seria es la indiferencia de aquellos sectores que para nada se expresan ante esta problemática y es porque creen que nunca se verán perjudicados, cuando la población debería de hacer sentir presión social a los partidos de derecha, demandar responsabilidad social a las empresas que contaminan el agua, secan pozos y destruyen mantos acuíferos porque el bien hídrico es de cuidarlo, preservarlo, ya que poco a poco será en menor cantidad que se tendrá acceso a él, y es peligroso si llega a convertirse en mercancía.
Asimismo no se trata solo tener acceso al agua, sino, que sea de calidad contribuyendo a la salud, y por tanto a la calidad de vida de los salvadoreños.
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