Decenas
de salvadoreños y diplomáticos de las embajadas de los países del ALBA
expresaron su respaldo al presidente de Ecuador, Rafael Correa, ante los
intentos desestabilizadores impulsados por sectores de la derecha
nacional e internacional.
En un acto frente a la
embajada de la nación suramericana aquí, organizaciones de solidaridad
se unieron a la denuncia internacional contra los nuevos intentos
golpistas no solo en Ecuador, sino en los países progresistas de la
región.
Condenaron "los planes renovados del imperialismo, de la derecha y del capitalismo global, los cuales con el uso de estrategias de guerra no convencional, golpe suave y guerra de cuarta generación buscan desestabilizar de forma violenta los gobiernos progresistas de Nuestra América, electos por sus pueblos por la vía del voto y en democracia".
"Tal como lo hizo el recién celebrado Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), las salvadoreñas y los salvadoreños respaldamos al legítimo gobierno del Presidente Rafael Correa", expresaron en un comunicado.
A la denuncia se unieron la Red Salvadoreña de Solidaridad con Venezuela, la Coordinadora Salvadoreña de Solidaridad con Cuba, estudiantes, militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina y otros actores del pueblo salvadoreño.
El embajador ecuatoriano, Segundo Andrango, recibió a las organizaciones solidarias y a los representantes de las embajadas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a quienes expresó su agradecimiento en nombre del gobierno y pueblo de su país.
Recalcó que en Ecuador se desarrolla un plan golpista: por un lado buscan crear el descontento en la población, desinformar sobre los grandes avances del gobierno de Correa y así provocar una paralización para que entre en crisis el gobierno y pedir la renuncia al mandatario.
Andrango alertó sobre maniobras similares que sectores de la derecha intentan poner en práctica en las naciones de la región, entre ellas El Salvador.
Los participantes coincidieron en respaldar al presidente Correa, al pueblo ecuatoriano y la Revolución Ciudadana, así como a los países del ALBA-TCP y a las naciones progresistas del continente que buscan desterrar la pobreza y crear condiciones dignas de vida para todos.
Condenaron "los planes renovados del imperialismo, de la derecha y del capitalismo global, los cuales con el uso de estrategias de guerra no convencional, golpe suave y guerra de cuarta generación buscan desestabilizar de forma violenta los gobiernos progresistas de Nuestra América, electos por sus pueblos por la vía del voto y en democracia".
"Tal como lo hizo el recién celebrado Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), las salvadoreñas y los salvadoreños respaldamos al legítimo gobierno del Presidente Rafael Correa", expresaron en un comunicado.
A la denuncia se unieron la Red Salvadoreña de Solidaridad con Venezuela, la Coordinadora Salvadoreña de Solidaridad con Cuba, estudiantes, militantes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina y otros actores del pueblo salvadoreño.
El embajador ecuatoriano, Segundo Andrango, recibió a las organizaciones solidarias y a los representantes de las embajadas de Cuba, Venezuela y Nicaragua, a quienes expresó su agradecimiento en nombre del gobierno y pueblo de su país.
Recalcó que en Ecuador se desarrolla un plan golpista: por un lado buscan crear el descontento en la población, desinformar sobre los grandes avances del gobierno de Correa y así provocar una paralización para que entre en crisis el gobierno y pedir la renuncia al mandatario.
Andrango alertó sobre maniobras similares que sectores de la derecha intentan poner en práctica en las naciones de la región, entre ellas El Salvador.
Los participantes coincidieron en respaldar al presidente Correa, al pueblo ecuatoriano y la Revolución Ciudadana, así como a los países del ALBA-TCP y a las naciones progresistas del continente que buscan desterrar la pobreza y crear condiciones dignas de vida para todos.
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