sábado, 1 de agosto de 2015

GUERRILLAS Y PANDILLAS, DOS REALIDADES DIAMETRALMENTE OPUESTAS

Algunos con ingenuidad y buena intención y otros con perversidad y con el ánimo de minimizar la capacidad de gestión gubernamental del FMLN, pretenden equiparar el accionar revolucionario de la guerrilla salvadoreña durante el conflicto armado de los años setentas y ochentas, con el actual accionar delictivo de las pandillas, comparación totalmente equivocada, en tanto se orienta a darle legitimidad a grupos delictivos, que al margen de su capacidad para influir en el funcionamiento normal de la sociedad, no defienden una causa lícita y justa de beneficio nacional, como lo hizo la insurgencia de izquierda en El Salvador.

         La izquierda salvadoreña tomó las armas y se convirtió en la guerrilla mejor organizada de Latinoamérica; como la única vía  que le quedó al pueblo para enfrentar y derrotar la represión, persecución, masacres, asesinatos políticos y fraudes electorales de una dictadura ejercida por la derecha salvadoreña que por décadas se impuso por medio de la violencia, situación histórica que le otorgó a la guerrilla salvadoreña una causa lícita y justa que tuvo en El Salvador, apoyo popular y en el mundo, apoyo internacional.

         Las pandillas son un fenómeno propio de un capitalismo salvaje que masifica la pobreza, que agudiza la falta de oportunidades y cuyos gobiernos de derecha conviven con la corrupción y la impunidad, de tal forma que es durante los 20 años de gobierno de ARENA que las pandillas en El Salvador crecen y se fortalecen, adquiriendo la connotación que ahora tienen, al convertirse en fuerza de tarea para la ejecución de delitos afines al crimen organizado, entre los que la extorsión, el contrabando y el narcotráfico son los principales delitos, que ahora son catalizados con la “armamentización” de sus filas para aumentar sus ataques a las instituciones responsables de la seguridad pública y a la sociedad en general.

          
No obstante que vivimos un estado de violencia generado por grupos delictivos con un relativo poder económico y capacidad para aterrorizar con acciones que se parecen a las que hacia la guerrilla durante el conflicto armado, no puede por esas similitudes, homologarse la pretensión delictiva de estos grupos, promotores de un modelo de sometimiento y de corrupción,  con la pretensión política de la guerrilla que defendió y luchó por un modelo socialista, lucha que ahora continúa esforzándose por construir una sociedad en progreso, libre, democrática, humanista y revolucionaria, que instaure la equidad y justicia social y por ello sin temor a equivocarnos reiteramos que guerrillas y pandillas, son dos realidades diametralmente opuestas.

1 comentario:

  1. 100% de acuerdo que no se pueden homologar, pero el analisis es demasiado tendencioso al querer dar una razon de la existencia al capitalismo y gobiernos de ARENA, cuando tambien el FMLN fue una oposicion en la Asamblea que solo se dedico a estorbar, nunca propuso ninguna medida especifica para controlar este fenomeno, en aquella epoca, creciente de las pandillas, y para colmo Funes en su presidencia pacto la tregua, dandoles el caracter de beligerancia y reconocimiento de su status ilegal, porque ya existia la Ley antipandillas que declaraba como asociaciones ilicitas. Tampoco puede ocultar el partido en el gobierno, que han recurrido a las pandillas para solicitar el voto a la poblacion con amenazas. Ambos partidos de extrema se han equivocado, ya sea por accion u omision, y tratar de limpiarse las manos echando la culpa total al partido contrario, es falacia. La poblacion exige una solucion, y todos estamos de acuerdo que sera posible is ambos partidos juntos, la buscan sin usar politica partidaria, solo poniendose de acuerdo en base al bien comun.

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