Durante la plena vigencia de la guerra fría, en el
contexto de un encuentro con periodistas, celebrado en La Habana, el
líder cubano lanzó un profético vaticinio, que finalmente se cumplió,
cuatro décadas más tarde.
Corría el año 1973; la guerra de Vietnam llegaba a su fin y la guerra fría parecía una eterna condición planetaria. De regreso en La Habana, tras una gira por el sudeste asiático, el comandante Fidel Castro celebró una habitual conferencia de prensa con la prensa internacional.
El ambiente era más bien distendido, cuando el periodista inglés Brian Davis preguntó: “¿Cuándo cree usted que se podrán restablecer las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, dos países tan lejanos a pesar de la cercanía geográfica?”.
Castro fijó su mirada sobre el periodista y respondió en tono bien alto, como para que todos en el recinto lo escucharan con claridad: “Estados Unidos vendrá a dialogar con nosotros cuando tenga un presidente negro y haya en el mundo un Papa latinoamericano”.
Si bien algunos periodistas rieron, la mayor parte de ellos se limitó a una mueca irónica. Nadie en la conferencia de prensa sospechó jamás que Fidel Castro acababa de predecir fielmente el futuro, al mejor estilo Nostradamus.
La anécdota fue recogida por el periodista y escritor argentino Pedro Jorge Solans.
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