Policías
y soldados salvadoreños salvaguardan hoy el transporte público,
carreteras y terminales para garantizar la seguridad de la población
ante las amenazas de pandillas y estructuras criminales.
El
gobierno accionó la medida el pasado 27 de julio cuando los
transportistas decidieron parar los servicios a causa de una supuesta
intimidación de esos grupos delincuenciales.
La víspera, durante un acto por el XXIII aniversario de la fundación de la Policía Nacional Civil (PNC), el presidente Salvador Sánchez Cerén aseguró que el refuerzo de la seguridad en ese sector se implementa de forma permanente.
"Quiero ratificar al país que el Plan de Seguridad al Transporte se mantiene, que ahora es un plan permanente que incluye mayor presencia de elementos policiales en los buses, estaciones, terminales y también más puntos de control en carreteras y caminos", afirmó.
El pasado 27 de julio, decenas de rutas, particularmente de esta capital, detuvieron sus labores so pretexto de amenazas de pandilleros.
Ante el boicot, como lo calificó el gobierno, policías y soldados reforzaron la seguridad para evitar hechos de violencia.
Al mismo tiempo, el gobierno puso a disposición de la población diversos medios de transporte de las instituciones del Estado, y la medida de presión no logró sobrepasar las 200 rutas de las más de mil que hay en el país.
Diversas fuentes, denunciaron que detrás del sabotaje al transporte no solo están los pandilleros, sino grupos interesados en desestabilizar al gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
La víspera, durante un acto por el XXIII aniversario de la fundación de la Policía Nacional Civil (PNC), el presidente Salvador Sánchez Cerén aseguró que el refuerzo de la seguridad en ese sector se implementa de forma permanente.
"Quiero ratificar al país que el Plan de Seguridad al Transporte se mantiene, que ahora es un plan permanente que incluye mayor presencia de elementos policiales en los buses, estaciones, terminales y también más puntos de control en carreteras y caminos", afirmó.
El pasado 27 de julio, decenas de rutas, particularmente de esta capital, detuvieron sus labores so pretexto de amenazas de pandilleros.
Ante el boicot, como lo calificó el gobierno, policías y soldados reforzaron la seguridad para evitar hechos de violencia.
Al mismo tiempo, el gobierno puso a disposición de la población diversos medios de transporte de las instituciones del Estado, y la medida de presión no logró sobrepasar las 200 rutas de las más de mil que hay en el país.
Diversas fuentes, denunciaron que detrás del sabotaje al transporte no solo están los pandilleros, sino grupos interesados en desestabilizar al gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
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