La
Policía Nacional Civil (PNC) de El Salvador capturó a más de 100
miembros de pandillas implicados en el sabotaje al transporte público,
reveló el director de entidad, Mauricio Ramírez Landaverde.
A
todos los detenidos se les acusará de asociaciones de terrorismo y se
les aplicará todo el peso de la ley, afirmó el funcionario al tiempo que
aseguró que muchos de ellos fueron capturados cuando distribuían
volantes con amenazas al transporte.
Ante los nuevos rumores de otro paro de buses, Ramírez Landaverde advirtió que cualquier grupo que pretenda acciones similares la respuesta policial "va a ser fuerte y dura".
El pasado lunes 27 de julio, el transporte colectivo en la capital salvadoreña amaneció casi paralizado a causa de una interrupción de servicios decretada por empresarios del ramo a causa de supuestas amenazas de pandillas.
Ante tal situación, el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, llamó a las entidades de su gobierno a poner a disposición de la ciudadanía el transporte del Estado, a los que se sumaron privados y varias alcaldías gobernadas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Al mismo tiempo, indicó a la PNC y a la Fuerza Armada brindar todo el respaldo necesario a transportistas y pasajeros para resguardar la integridad física de las personas amenazadas por grupos delincuenciales.
Las medidas puestas en marcha por las autoridades hicieron posible que los salvadoreños siguieran su rutina de vida pese a la zozobra que generó el paro detrás del cual -aseguran políticos analistas, y agrupaciones sociales, entre otros- están sectores derechistas con el fin de desgastar al gobierno.
Landaverde hizo un llamado a la población a unirse y encarar juntos esta situación y con la ley en mano.
"El Salvador no debe arrodillarse ante estos grupos", enfatizó el director de PNC al referirse a las acciones delincuenciales.
Ante los nuevos rumores de otro paro de buses, Ramírez Landaverde advirtió que cualquier grupo que pretenda acciones similares la respuesta policial "va a ser fuerte y dura".
El pasado lunes 27 de julio, el transporte colectivo en la capital salvadoreña amaneció casi paralizado a causa de una interrupción de servicios decretada por empresarios del ramo a causa de supuestas amenazas de pandillas.
Ante tal situación, el presidente del país, Salvador Sánchez Cerén, llamó a las entidades de su gobierno a poner a disposición de la ciudadanía el transporte del Estado, a los que se sumaron privados y varias alcaldías gobernadas por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Al mismo tiempo, indicó a la PNC y a la Fuerza Armada brindar todo el respaldo necesario a transportistas y pasajeros para resguardar la integridad física de las personas amenazadas por grupos delincuenciales.
Las medidas puestas en marcha por las autoridades hicieron posible que los salvadoreños siguieran su rutina de vida pese a la zozobra que generó el paro detrás del cual -aseguran políticos analistas, y agrupaciones sociales, entre otros- están sectores derechistas con el fin de desgastar al gobierno.
Landaverde hizo un llamado a la población a unirse y encarar juntos esta situación y con la ley en mano.
"El Salvador no debe arrodillarse ante estos grupos", enfatizó el director de PNC al referirse a las acciones delincuenciales.
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