Dos organizaciones sociales presentarán hoy al juzgado Primero de Instrucción de San Salvador una solicitud de querella que les faculte como parte acusadora en el proceso penal contra el expresidente Francisco Flores (1999-2004) prófugo de la justicia. Iniciativa Social para la Democracia y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho llevarán la petición al juez Levis Italmar Orellana quien tendrá tres días para aceptarla o no.
El coordinador del área de transparencia de Iniciativa Social, Ã"scar Campos, subrayó que después de la decisión del juez darán a conocer un informe ciudadano para que el pueblo en general conozca sobre el proceso penal contra Flores, acusado de peculado, enriquecimiento ilícito y desobediencia a particulares
Si el juez Italmar acepta la petición para mostrarse como querellantes, promoverán diligencias que no están incorporadas en el proceso judicial y que le darían mayor robustez a la acción penal, aseveró Campos.
Detalló que entre otras acciones pedirían entrevistas a testigos quienes, según su consideración, deben declarar en la investigación que hace la Fiscalía General de la República, y mayor aportación de prueba documental.
En un probable caso que el juez Primero de Instrucción niegue la petición, las organizaciones sociales pueden hacer una segunda solicitud al mismo juez.
Flores es el primer expresidente salvadoreño procurado por la justicia por apropiarse de fondos millonarios.
La comisión especial de la Asamblea Legislativa que investiga el caso desde enero pasado determinó que el presidente habría cometido, además de los delitos que se le atribuyen, cohecho impropio, negociaciones ilícitas, actos arbitrarios, lavado de dinero y activos y falso testimonio.
Ante dicha comisión, Flores admitió gestionar, recibir y distribuir ayuda monetaria de Taiwán de forma personal, de la cual no hay registro alguno.
Aunque solo se le acusa por apropiarse de 10 millones de dólares, de acuerdo con la comisión, habría recibido uno 80 millones de dólares como donativos para atender las emergencias de los terremotos de 2001, para la caficultura, enfrentar las pandillas y el narcotráfico y para la reconstrucción de los estragos dejados por el huracán Mitch.
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