El ministro de Justicia y Seguridad, Benito Lara, aseveró que el despliegue de la Policía Comunitaria en San Salvador reducirá la violencia, el principal problema que afecta a los salvadoreños.
Precisó que los agentes, con esta modalidad que se renueva, estarán en contacto permanente con la comunidad y de manera conjunta podrán conocer dónde están los focos delincuenciales para combatirlos.
La Policía Comunitaria, que es parte de una estrategia nacional de seguridad, se apoyará en las estructuras sociales que existen en los gobierno locales, subrayó el titular de Justicia y Seguridad.
Al mismo tiempo, se ejercerá un control sobre los agentes para garantizar que todos cumplan con el objetivo para el cual fueron designados.
Destacó que se reforzará la presencia de los policías en los municipios donde la población ha sido más golpeada por la delincuencia.
Lara descartó por otra parte, que el país esté al punto de convertirse en un estado fallido como dijera la semana pasada el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, palabras que han sido sobreexplotadas por sectores de la derecha.
Dijo que la percepción de la violencia es mayor que la realidad, y el problema tiene solución, para lo cual el gobierno está trabajando.
Recordó que en etapas anteriores los índices de criminalidad fueron mayores a los actuales que rondan los 10 diarios por cada 100 mil habitantes, y nunca la Conferencia Episcopal había tenido un planteamiento similar.
Puntualizó que se creará un Consejo Integral de Seguridad Ciudadana, como un nuevo esfuerzo que contribuya a enriquecer y materializar la política de seguridad al cual invitarán a la iglesia católica.
En una entrevista con la televisión local, remarcó que uno de los principales retos es la sostenibilidad de esa política que está enfocada en principio en la reducción de los homicidios y las extorsiones.
Lara enfatizó que el Ministerio de Justicia y Seguridad para el mejor resultado de sus planes trabaja de manera articulada con otras instituciones del país.
La Policía Comunitaria, que es parte de una estrategia nacional de seguridad, se apoyará en las estructuras sociales que existen en los gobierno locales, subrayó el titular de Justicia y Seguridad.
Al mismo tiempo, se ejercerá un control sobre los agentes para garantizar que todos cumplan con el objetivo para el cual fueron designados.
Destacó que se reforzará la presencia de los policías en los municipios donde la población ha sido más golpeada por la delincuencia.
Lara descartó por otra parte, que el país esté al punto de convertirse en un estado fallido como dijera la semana pasada el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, palabras que han sido sobreexplotadas por sectores de la derecha.
Dijo que la percepción de la violencia es mayor que la realidad, y el problema tiene solución, para lo cual el gobierno está trabajando.
Recordó que en etapas anteriores los índices de criminalidad fueron mayores a los actuales que rondan los 10 diarios por cada 100 mil habitantes, y nunca la Conferencia Episcopal había tenido un planteamiento similar.
Puntualizó que se creará un Consejo Integral de Seguridad Ciudadana, como un nuevo esfuerzo que contribuya a enriquecer y materializar la política de seguridad al cual invitarán a la iglesia católica.
En una entrevista con la televisión local, remarcó que uno de los principales retos es la sostenibilidad de esa política que está enfocada en principio en la reducción de los homicidios y las extorsiones.
Lara enfatizó que el Ministerio de Justicia y Seguridad para el mejor resultado de sus planes trabaja de manera articulada con otras instituciones del país.
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