viernes, 22 de agosto de 2014

Beatificación

La beatificación del arzobispo 
salvadoreño Romero

La causa estaba bloqueada, se decía que por prudencia, en la Congregación de la Doctrina de la Fe. Ahora ya no. Pasó a la Congregación para los santos y sigue el camino normal de un proceso; depende de cómo se muevan los postuladores. Es muy importante hacerlo de prisa. Porque, lo que me gustaría a mí es que se aclare cuando hay un martirio ‘in odium fidei’, por confesar el Credo o por hacer las obras que Jesús nos manda con el prójimo. 


El arzobispo de El Salvador Oscar Arnulfo Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, cuando oficiaba misa en un hospital para enfermos de cáncer. 

Sus asesinos fueron paramilitares dirigidos por el ya fallecido mayor del ejército Roberto D’Aubuisson, fundador del partido Arena, que gobernó varios años. Los derechistas acusaban al arzobispo de connivencia con la guerrilla. 

Treinta y cuatro años después, la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí gobierna El Salvador y Arena es opositor. El papa Francisco dijo que Romero “era un hombre de Dios y no hay impedimentos para su beatificación”.

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