La agricultura y la tenencia de la tierra han jugado un papel
predominante en la historia de El Salvador, tanto en la época colonial
como durante los años de la república independiente.
El robo de la tierra, primero por los conquistadores, y luego por sus
descendientes quienes se apropiaron de las comunales, los ejidos
municipales y los baldíos, ha sido una de las principales causas de
conflictos en esta nación.
A partir de 2009, el gobierno de
Mauricio Funes comienza a cambiar la realidad en torno a la propiedad y
uso de la tierra con la entrega de escrituras y paquetes agrícolas, con
el fin de impulsar la producción.
Ahora, con la administración
de Salvador Sánchez Cerén, el cambio no solo continúa sino que se amplía
para favorecer a las familias campesinas, y generarles mejores
condiciones de vida, con énfasis en los derechos de la mujer.
La
presidenta del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA),
Karla Albanés, en entrevista con Prensa Latina explicó que tienen un
plan quinquenal que cumplir con más de 80 mil escrituras por entregar.
"Este año entregamos más de dos mil 400, de ellas, 865 fueron para
mujeres en los primeros 100 días del gobierno, luego entregamos otras
300 solo para mujeres", detalló.
A partir de la inauguración de
la Unidad de Género del ISTA, el 2 de septiembre, "dimos un paso
gigantesco pues ya el 21 de octubre estábamos entregando las primeras
escrituras a campesinas e indígenas", aseguró la funcionaria.
Explicó que para el próximo año la meta es de 10 mil escrituras y ya
trabajan para en enero entregar más de dos mil a mujeres rurales.
"Pretendemos seguir implementando los programas de desarrollo
agropecuario y ya firmamos un convenio con el Ministerio de Agricultura.
Vamos a continuar con la siembra de tilapias y hemos incluido dos
rubros más, pollos y gallinas, así como los conejos", precisó.
Fue enfática al decir que ni el gobierno ni el ISTA están a favor del asistencialismo.
"Vamos a instruir a nuestras mujeres y campesinos con asistencia
técnica con el apoyo de agrónomos, biólogos y con el compromiso de que
lo poco que le estamos dando sea trasladado a otros", dijo Albanés.
El objetivo es que más mujeres también produzcan, puedan sostener su
economía familiar apostándole a la soberanía y seguridad alimentaria,
recalcó.
"Ya se demostró y constatamos que las mujeres son las
mejores productoras y administradoras, porque han incrementado su
economía familiar, hemos logrado sacarla, aunque sea un mínimo, de la
pobreza en que han vivido, han sacado adelante a sus hijos con los
insumos que le hemos proporcionado", aseveró.
Desde el ISTA hay
una integración con instituciones del Estados como la banca, Salud
Pública y Ministerio de Agricultura, entre otras, para desarrollar su
trabajo que no es solo entregar tierras, puntualizó.
Incluso nos
articulamos con la Secretaría de Cultura para identificar los orígenes
de nuestros pobladores, de las mujeres indígenas y conocer dónde están
sus tierras, acotó.
"Al mismo tiempo, pretendemos ser proactivas
en reformas de leyes pues hay normativas que no tienen la inclusión de
género como la Ley de Asociaciones Agropecuarias que es antigua y es
necesario que vaya con enfoque de género", afirmó.
"Hay muchas
cooperativas ya de mujeres pero la aplicación de algunas leyes como esa
es sexista porque solo beneficia al hombre y queremos crear más
cooperativas", dijo Albanés, quien es una funcionaria que está en el
campo, al pie de la práctica de su trabajo.
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