A solo 20 días para las elecciones municipales y legislativas de El Salvador sobresalen hoy dos fuerzas políticas entre la decena de partidos y candidatos inscritos para este ejercicio cívico.
Por otra parte, el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) que, como en otras elecciones, lejos de mostrar su programa de gobierno, se ha caracterizado por invocar al descrédito.
Las propuestas de los principales partidos rivales representan dos modelos de desarrollo distintos, y en ese sentido, algunos aspirantes de Arena a ganar un puesto en el parlamento o en una alcaldía se apropian del discurso y de los símbolos e ideales de la izquierda con el fin de atraer el voto.
Tal es así, que en cuanto el papa Francisco declaró mártir a monseñor Oscar Arnulfo Romero, el candidato a la alcaldía de San Salvador por Arena, Edwin Zamora, prometió construir un monumento al tiempo que recalcó que Monseñor le "pertenece a todos los salvadoreños".
La víspera, en un debate televisivo entre los aspirantes a la comuna capitalina, por el FMLN, Nayib Bukele, y Zamora por Arena, fue evidente la recurrencia del derechista al uso del descrédito, como recurso ante la carencia de proyecciones para la capital.
Bukele, sin embargo fue más concreto e insistió en que la prioridad de su mandato, en caso de salir victorioso es la inversión en las personas.
En esa tónica transcurre el período de campaña con miras a las elecciones del 1 de marzo en la cual se escogerán los diputados a la Asamblea Legislativa, al Parlamento Centroamericano y a los Concejos Municipales Plurales.
El FMLN necesitará una amplia representación en la Asamblea Legislativa para poder impulsar las leyes que beneficien a la mayoría de los salvadoreños.
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