Miembros de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), junto a otras autoridades guatemaltecas, evalúan hoy los posibles daños materiales y a la salud de las personas de comunidades aledañas al volcán de Fuego.
También se verificará, añade la nota, todo lo relacionado con el saneamiento de fuentes de agua contaminadas en 13 aldeas del sureño departamento de Escuintla, cuatro de Sacatepéquez, y ocho del central Chimaltenango.
El coloso de tres mil 763 metros sobre el nivel del mar, ubicado a 50 kilómetros al suroeste de esta capital, finalizó la erupción la víspera, tras 22 horas de actividad que generó caída de cenizas en varios puntos del país centroamericano, incluido el capitalino aeropuerto internacional La Aurora.
De acuerdo con el más reciente boletín del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), el registro sísmico disminuyó a una actividad normal y solo quedan explosiones débiles y moderadas en el edificio volcánico.
Al considerar que las columnas de cenizas del Fuego no sobrepasan los 10 kilómetros del área volcánica, el Insivumeh sugirió el domingo a la Aeronáutica Civil reabrir el aeropuerto internacional La Aurora cuando se estime necesario.
Más de seis mil personas fueron afectadas por la cancelación de al menos 115 vuelos debido a que la ceniza del volcán cubrió la pista de esa terminal aérea.
Autoridades guatemaltecas evacuaron a al menos 10 mil ciudadanos en septiembre de 2012, como consecuencia de la expulsión de lava del Fuego, uno de los más activos de la nación.
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