Honor a nuestro Prócer Pedro Pablo Castillo: 1811-2015
Desde 1492 cuando los conquistadores españoles invadieron
América, los nativos de esa época descendientes de nómadas asiáticos, se
asombraron ante el vestuario de los invasores que utilizando la Cruz y
las Armas, iniciaron el dominio de estas tierras sembrando la muerte y
violando a nuestras mujeres indígenas.
Los españoles pertenecientes a la Corona que había conquistado éste
territorio, desde el primer momento comenzaron a robar el oro, plata, y
otros objetos de valor de las tribus de indígenas que residían en Centro
América y por esa razón realizaron decenas de viajes utilizando barcos
llevando a España todas esas riquezas.
De 1492 a 1811, durante 319 años los conquistadores españoles saquearon
el territorio Centroamericano y asesinaron a nuestros nativos. En
Salvador los indígenas de la época como Pedro Pablo Castillo y otros
sacerdotes que contradictoriamente apoyaban el movimiento
insurreccional, iniciaron a principios de 1800 la confusa intención de
buscar la independencia del Reino Español.
Lo que se conoce como “Primer Grito de Independencia”, no fue un hecho
aislado, sino más bien, el acontecimiento más publicitado, por el hecho
de haberse realizado en la capital de San Salvador, una serie de
levantamientos realizados el 4, 5 y 6 de noviembre de 1811, San Pedro
Grande y Santiago Nonualco, el día 17 en Usulután, Chalatenango y
Tejutla, el 20 en Santa Ana, el 24 y el 30 en Metapán y Cojutepeque y el
20 de diciembre en Sensuntepeque. Numerosos próceres desconocidos
fueron capturados y encarcelados por el régimen español sin que podamos
siquiera, conocer sus nombres para la posteridad.
Con ocasión del levantamiento en San Salvador el 5 de noviembre, cuando
el P. José Matías Delgado hizo sonar las campanas de la iglesia de La
Merced para levantar al pueblo, el Gral. Manuel José Arce, fundador del
Ejército salvadoreño, pronunció su famosa frase: “No hay ni rey ni
Capitán General, solo debemos obediencia a nuestros alcaldes”.
El papel de los próceres que aparecen como los dirigentes del movimiento
insurreccional, fue más bien de tratar de canalizar y apaciguar los
ánimos de las turbas capitalinas ante la posibilidad de obtener ciertas
concesiones de la Corte de Cádiz que había convocado a las colonias
españolas ante el asedio de que estaba siendo objeto España por parte de
los ejércitos napoleónicos.
El 24 de enero de 1814 se dio un segundo intento insurreccional en San
Salvador dirigido por Pedro Pablo Castillo, luego de que fueron anuladas
dos elecciones municipales ganadas por los anticolonialistas para
Intendente de Colonias para la Provincia de San Salvador, estas
elecciones se habían realizado bajo prescripciones de la Constitución de
Cádiz de 1812.
Ante la inminencia de un movimiento popular anticolonialista, el
intendente de apellido Peinado, fortaleció un cuerpo de Guardia Civil
llamado “Voluntarios Honrados de Fernando VII”. Peinado acusó
fuertemente a los insurrectos de traición y ordenó la captura de todos
los alcaldes de barrio que no eran partidarios suyos. El pueblo se
movilizó indignado por esta acción y Pedro Pablo Castillo los encabezó
para exigir la libertad de los alcaldes y la disolución de los
“voluntarios”.
Se había creado en el territorio salvadoreño, una clase social de
terratenientes descendientes directos de los primeros colonizadores y
conquistadores que partiendo de las “encomiendas” pasaron a las
“haciendas” y de esta manera fueron apropiándose de grandes latifundios.
Por supuesto, que mientras ejercía su control la Corona Española, estos
hacendados tenían obligatoriamente que pagar impuestos sobre el valor
de sus propiedades y producciones, y esa dominación creó un sentimiento
de descontento.
Esos intentos de libertad iniciados por la población de San Salvador y
aprovechados por los terratenientes de esa época como el Padre Matías
Delgado quien era propietario de la hacienda Buena Vista de producción
añilera y con una extensión de más de 1500 manzanas; el Gral. Manuel
José Arce con propiedades que sumaban 11,648 manzanas, entre las que
destacaban las haciendas San Lucas y San Diego en San Salvador; y al
prócer libertador de los esclavos, P. José Simeón Cañas, quien poseía la
hacienda Jalponguita en Zacatecoluca, con una extensión de 1728
manzanas .
Al conmemorar los 204 años del Primer Grito de Independencia, cuando el
imperio español conquistó y dominó todos los territorios que descubrió
en América, ahora nos preguntamos ¿Cuál Primer Grito de Independencia?¡
Si en estos 204 años el imperio español le dejó al imperio de los
Estados Unidos su dominio sobre las cinco provincias de Centro América y
el pueblo de El Salvador, sigue gritando por una independencia que nos
traiga democracia, paz, justicia, sin guerra, sin corrupción y que la
extrema derecha oligárquica, abandone esa explotación que
permanentemente existe en El Salvador!
Hoy jueves de noviembre de 2015 ¡Honor al verdadero Prócer de la Independencia Pedro Pablo Castillo!
Quién dijo miedo salvadoreños ¡¡¡ Sigamos gritando!!!
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