jueves, 31 de marzo de 2016

¿ES IGUAL LA VIOLENCIA REVOLUCIONARIA DEL CONFLICTO A LA VIOLENCIA ACTUAL?

¿ES IGUAL LA VIOLENCIA REVOLUCIONARIA DEL CONFLICTO A LA VIOLENCIA ACTUAL?
Para responder de forma adecuada a esta interrogante, que muchos políticos por perversidad o por ignorancia responden con un simple sí, asegurando que la situación actual es igual a la que vivimos durante el conflicto armado, es preciso hacer las siguientes consideraciones.

1. La violencia revolucionaria expresada en una guerra popular revolucionaria, no fue un acto de agresión a la sociedad, al contrario fue un acto defensa frente a la represión, persecución y eliminación física, que desde el Estado se ejercía contra la oposición política. Los grupos delincuenciales actuales, si bien son el resultado de una situación de marginación social, no defienden una causa noble, pues basan su existencia en el parasitismo social, explotando a la sociedad, con diversos delitos, especialmente a los sectores más vulnerables.

2. Las organizaciones político militares que se alzaron en armas, enarbolaron una causa justa y lícita, por la democratización del país, que le mereció el apoyo nacional de la población y el reconocimiento internacional de países y asociaciones democráticas que se sumaron a su causa que fue enaltecida en una negociación auspiciada por las Naciones Unidas.  Los grupos delictivos actuales, están vinculados al narcotráfico, contrabando, extorsiones, sicariato, secuestros, robo, hurto, amenazas y demás delitos conexos, sobre los que basan su funcionamiento y existencia, lo cual jamás tendrá el apoyo de fuerzas democráticas y mucho menos de otros Estados y organismos internacionales que se esfuerzan por erradicar dichos delitos.

3. El respaldo y crecimiento de las organizaciones político militares del conflicto armado estaba fundamentado en la convicción y asunción voluntaria de un ideal, de una utopía que se construía sobre valores de solidaridad, justicia, equidad y libertades democráticas que en su dimensión política, fueron conquistadas con la firma de los Acuerdos de Paz. Los grupos delictivos actuales basan su crecimiento en la intimidación, el terror, el culto y desprecio a la dignidad e integridad moral y física de la persona humana, carecen de un proyecto de vida compatible con los valores de una sociedad democrática, solidaria, igualitaria y equitativa.

Con lo antes dicho es suficiente para responder que la violencia revolucionaria del conflicto no es igual a la violencia del crimen común y organizado que actualmente sufre nuestra sociedad y por lo mismo la solución a este conflicto social será muy diferente, en tanto el reconocimiento de los protagonistas intelectuales y materiales de esta violencia sólo será para lograr su reinserción social, previo al cumplimiento de una sanción.

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